Las locomotoras rugían y exhalaban humo negro. El puente del Tornavía giraba los monstruos metálicos que dormían en las arcadas del edificio. El combustible formaba charcos en el barro. Durante la primera mitad del siglo XX el Campus Miguelete no era lo que es hoy. Parte de su estructura original aún se conserva, pero desde la creación de la UNSAM, construimos más de 50.000 m². Acá te mostramos cómo cambiaron algunos de nuestros rincones emblemáticos.